1. Virgilio Malvezzi (1595-1653), el autor y su bibliografía1
El periodo histórico que le tocó vivir a Virgilio Malvezzi fue el de la Guerra de los Treinta Años (1618-1648), un enfrentamiento que empezó como una división religiosa, pero que terminó en luchas territoriales y en donde se decidió la reorganización de los territorios europeos. Gran erudito en todo tipo de artes y ciencias y fiel observador y protagonista de los sucesos históricos del momento, el marqués decide exprimir todos y cada uno de los saberes de la época clásica y de su contemporaneidad en sus obras. Con su opera prima Discorsi sopra Cornelio Tacito (1622) empezó a trabajar con las máximas morales a partir de la obra del historiador romano, que le serviría para cristalizar sus obras de cuño lacónico Il Romulo (1629), Il Tarquinio Superbo (1632) y Davide perseguitato (1634). De algún modo, Malvezzi utilizaba el similitudo temporum, un mecanismo que aplicaba los valores de la época clásica al momento presente, pero que, además, nuestro autor hilvanaba con el cristianismo. Una vez obtenido el éxito editorial, el marqués pretendió obtener un puesto en la corte de Felipe IV, y es así como compuso Il ritratto del privato politico chritiano (1635), dirigido al conde-duque de Olivares. Un año después era admitido en el engranaje del gobierno español como cronista del Rey y como miembro del Consejo de Estado y Guerra. En esta época redactó con estilo tacitista la Historia de Felipe III y Felipe IV, y publicó los anales La Libra (1639) y Sucesos principales (1640). Después de ejercer el cargo de embajador extraordinario en Londres para mediar con Carlos I sobre los intereses de España en distintos temas políticos (como el casamiento de María Estuardo con Baltasar Carlos, entre otros asuntos), decidió retirarse a su Bologna natal, donde publicó las vidas de Alcibiades y Coriolano, y reescribió el primer libro de la historia de Felipe IV al italiano.
2. Il Tarquinio Superbo
a) La obra
A grandes rasgos, la obra trata la llegada al trono de Lucio Tarquinio el Soberbio (543 a.C.-509 a.C.), séptimo y último rey de Roma, y su destierro, provocado por su tiranía y por la violación que cometió su sobrino Lucio Junio Bruto sobre Lucrecia, lo que provocó la instauración de la República. Las malas artes de Tarquinio por alcanzar el poder ya dan señas de qué tipo de gobierno prevalecerá bajo su cetro, pues asesinará a su predecesor, Servio Tulio, con la ayuda de su mujer, que a la vez era hija del Rey. Malvezzi se sirve de uno de los momentos históricos más funestos de la monarquía romana para crear un manual de príncipes donde el personaje principal encarna todos los vicios que debe evitar un buen gobernante. Es por ello que, según el autor, la obra es tanto «una satira de’ Tiranni» como «un panegirico de’ Principi». Para formular la tragedia de Tarquino, Malvezzi se sirve de algunos datos de autores clásicos como Cornelio Tácito y luego con el estilo lacónico enhebra de forma sutil todas aquellas doctrinas morales, religiosas y políticas que le interesan. Por esta causa la obra no explica toda la vida de Tarquino y, además, está vertebrada a partir de discursos, que intentan reforzar los elementos didácticos que se querían transmitir.
Durante la escritura de la obra -que compuso en poco más de una semana, según su correspondencia- Malvezzi se ayudó del nuncio Fabio Chigi, futuro papa Alejandro VII, para acabar de perfilar la prosa en cuestiones ortográficas y de estilo.2 Una vez finalizado el proceso de depuración estilística, el Tarquinio arrasó en Europa, transformándose en otro best seller del calado de Il Romulo. La prosa lacónica de Malvezzi seguía imponiéndose en la literatura del seicento.
b) Ediciones, traducciones y traductores
La editio princeps aparece en Bologna bajo las prensas de Clemente Ferroni e inmediatamente se reedita en veintisiete ocasiones.3 Las traducciones a distintas lenguas no se hacen esperar, y es así como a finales de 1632 sale a la luz la versión de Antinoro Pedrosa y, en 1634, la de Francisco Bolle y Pintaflor y la de Antonio González de Rosende. Es en este contexto donde empiezan las disputas por erigirse como el mejor traductor de la obra de Malvezzi, pues si en Il Romulo, Francisco de Quevedo (Isasi 1993, 2000, 2002 y 2010) se encumbró como el mejor adaptador frente a Teodoro del Aula y Lanario de Aragón, en el Tarquinio será Bolle quien obtenga el reconocimiento editorial, ya que no solo verá reeditada su versión cuatro veces, sino que el dramaturgo Francisco de Rojas Zorrilla copiará fragmentos de su trabajo para insertarlos en su tragedia Lucrecia y Tarquino, a pesar de que su texto se distancie bastante del estilo lacónico del marqués (Danet 2007 y García Vicens 2012). Al francés concurren el mismo número de traducciones que al castellano, pues Louis de Benoit aporta una en 1642 con el título Reflexions sur la vie de Tarquin dernier Roy de Rome; el poeta Charles de Vion d’Alibray ofrece dos años después su Tarquin le Superbe avec des considerations politiques et morales sur les principaux evenements de sa vie y en forma manuscrita se conserva una traducción anónima titulada Le Tarquin Superbe. El número de traducciones en una misma lengua nos indica el éxito de la prosa malvezziana en el marco europeo, y es así como aparecen dos versiones al holandés (una en 1638, de Charles de Muliers; otra en 1679, de Mattheus Smallegange); dos al latín (1636 y 1656); una al inglés (a cargo de Henry Carey) y una al alemán, en el 1647.
c) Los textos editados
En esta edición multilingüe anotada se abordan los textos siguientes:
· Virgilio Malvezzi (1632). Il Tarquinio Superbo. Bologna: Clemente Ferroni.
· Virgilio Malvezzi (1632). El Tarquino Sobervio, Antinoro Pedrosa (trad.). Milán: Giovanni Battista Malatesta.
· Virgilio Malvezzi (1634). El Tarquino Soberbio, Antonio González de Rosende (trad.). Madrid: Francisco de Ocampo.
· Virgilio Malvezzi (1635). Tarquino el Sobervio, Francisco Bolle y Pintaflor (trad.). Madrid: Imprenta del Reino.
· Virgilio Malvezzi (1644). Tarquin le Superbe, avec des considerations politiques et morales sur les principaux evenemens de sa vie, Charles Vion d’Alibray (trad.). París: Jean le Bove.
Bibliografía
Brändli, Rodolfo (1964). Virgilio Malvezzi. Politico e moralista. Basilea: Tipografia dell’USC.
Bulletta, Silvia (1995). Virgilio Malvezzi e la storiografia classica. Milano: Istituto di propaganda libraria.
Calef, Fiorella (1967). “Alcune fonti manoscritte per la biografia di Virgilio Malvezzi”, Giornale storico della letteratura italiana, 144:445: 71-98 y 144:446/447: 340-367.
Danet, Alexandra (2007). Réflexions politiques et style laconique à la cour de Philippe IV: les traductions espagnoles de Virgilio Malvezzi (tesis doctoral).
García Vicens, Daniel (2012). «Notas sobre las traducciones de Il Tarquinio Superbo de Virgilio Malvezzi», Letras de Deusto.
Isasi, Carmen (1993). El Rómulo. Bilbao: Letras de Deusto.
Isasi, Carmen (2000). “Quevedo y Teodoro dell’Aula: dos eslabones en la recepción hispánica de Virgilio Malvezzi”, en Actas del XIII congreso de la Asociación Internacional de Hispanistas. Madrid: Castalia. 592-600.
Isasi, Carmen (2002). “La primera redacción de La Libra de Virgilio Malvezzi: nota introductoria y edición”, Letras de Deusto, 32: 173-209.
Isasi, Carmen (2010). “El Rómulo”, Andrés de Poza. Edición digital de textos múltiples, 11-09-2010, <https://andresdepoza.com/>.
Malvezzi, Virgilio (1990). Lettere a Fabio Chigi, Maria Caterina Crisafulli (ed.). Fasano: Schena Editore.