Micoleta. Diálogo I

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Criterios de edición

Los textos ofrecidos por el momento se editan con un criterio conservador. Tal opción se justifica, en una primera fase de digitalización, por el interés que la preservación de rasgos formales puede tener desde el punto de vista de la reutilización en el área de la lingüística diacrónica. Para textos impresos y de esta época entendemos, en este sentido, que una edición conservadora puede ser suficiente1. En el caso de Micoleta, el interés de esta preservación tiene incluso mayor peso, por la peculiar situación de la tradición escrituraria de la lengua vasca.

Es preciso tener en cuenta, además, que las versiones francesa e inglesa se    deben considerar en una fase de revisión crítica más básica que los textos castellano y vasco.

 Grafías

Se ha intervenido modificando elementos concernientes al trazado tipográfico más que a la ortografía:

–  No se mantiene la ‘ese’ longa.
–  En los textos castellanos se tratan con criterio moderno los usos de u-v i-j-y. En francés, inglés se procede con criterio totalmente conservador incluso en estos casos.
–  Se respecta la grafía de los grupos consonánticos.

No se ha adoptado por lo tanto en los textos castellanos un tratamiento crítico para la situación ortográfica de c-z, o de j-x. Especialmente en lo que toca a la representación de la ese y de las antiguas predorsales -interdentalizadas con mayor seguridad a medida que avanza la cronología de los testimonios- la conservación interesa especialmente dado el presunto andalucismo del primer redactor del diálogo y, desde luego, en el texto de Micoleta, por la razonable hipótesis, sustentada en el propio diálogo y en otros pasaje del Método… de que incurriera al menos gráficamente en casos de seseo, rasgo no ajeno a los hablantes vascos cuyos testimonios se pueden rastrear desde el siglo XV hasta nuestros días2.

Están pues en estos mantenimientos casos comunes en la época, como obedesco, y también otros más problemáticos en los que ni se moderniza ni, por supuesto, se enmienda, como por ejemplo:

camiças (camizas en la versión del CVC3).

Ganaza, antropónimo de un personaje conocido del mundo teatral de la época, escrito comúnmente como Ganassa4.

En cuanto al texto en euskara de Micoleta, dada la precaria reconstrucción de la tradición escrituraria de la lengua vasca, conviene ejemplificar las intervenciones que se han llevado a cabo en este nivel, en el que es indispensable el mantenimiento de las grafías para no ocultar la información lingüística que puedan transmitir, especialmente en lo que toca a la desfonologización del sistema de sibilantes5. Los cambios introducidos responden pues a los siguientes criterios restringidos:

  • <v> con valor vocálico se ha trascrito <u>: “vrte” / “urte”, “vra” / “ura” y, a la inversa, <u> con valor consonántico se ha trascrito <v>: “auerea” / “averea”, “garuiric” / “garviric”. Se ha mantenido en aquellos casos en los que etimológicamente proviene de la vocal, aunque posteriormente se ha consonantizado: “oidauela” y no “davela”, “daue”, etc., porque puede estar representando la pronunciación del momento.
  • <y> con valor vocálico se ha trascrito <i> : ”ycuslea” / “icuslea”, “ley” / “lei”, “ymini” / “imini”. Se ha mantenido la grafía en los casos de valor consonántico, en interior de palabra, “odeyac”, y en posición inicial, “ya”.
  • En cuanto a las grafías de vibrantes, se han mantenido: los muy numerosos casos de grafía múltiple en posición final: “dacarr”, “gaurr”; en posición implosiva: “sarrtuas” e, incluso, en posición intervocálica: “serren”, “erroan”, “berrori”. También se ha mantenido la grafía de vibrante simple en lugar de la múltiple: “dacarena”, “orec”.
  • Se mantiene la grafía <ll> en “adarrac eta ulle”, de lectura dudosa, aunque también en el diccionario está notada con grafía geminada.

Se conserva el polimorfismo gráfico de casos como:

  •  La confusión de sibilantes fricativas en cualquier posición: “sagos”, “nas”, “asala”, “gausea”, “saspi”, y en muy raro caso en la predorso-alveolar africada: “oss”.
  • La notación de la forma evolucionada de la aproximante palatal: “jo”, “joasu”, “joan”, “xo”, “xoango”.
  • La aparición de la consonante nasal palatal, en alguna ocasión sola “puñucas”, aunque lo habitual precedida de la semivocal: “osseiñ”, “seiñ”, “aiña”, “beiñ”; en otras ocasiones también ocurre la forma no palatalizada: “sein”, “seinsuc”, “arainguino”.

 Acentuación

Se mantienen las acentuaciones originales, puesto que podría haber intencionalidad prosódica en algunos de los testimonios, como el propio Micoleta. En cualquier caso, habría que actuar con cautela en la modernización. Así por ejemplo, las formas peró de Minsheu deben ser tenidas en cuenta en función de una acentuación posible en la época que la modernización ocultaría..

En Micoleta se han mantenido las tildes de la acentuación y las tildes de la nasal palatal, si bien los casos que hemos interpretado como tilde ociosa han quedado sin trascripción.

 Separación de palabras

Se moderniza, pero manteniendo las amalgamas. Coincidimos con Marañón y Montero en el hecho de que en este aspecto las secuencias fonéticas pueden tener especial relevancia por una posible función didáctica. A este respecto, se mantienen formas como dacá o lélo, posibles muestras de oralidad. No obstante, la primera se podría resolver también como da’cá.

Se procede también con cautela en la unión de palabras cuando caben dudas acerca de los procesos de lexicalización (v.g. bien venido, que precisamente en inglés se traduce well wellcome). Tampoco se interviene en la unión o separación de elementos como si-no o por que6.

En el caso concreto del texto en lengua vasca se ha procedido según la siguiente casuística:

  • En los verbos se ha separado la forma conjugada del participio: “naidau” / “nai dau”, “adisate” / “adi sate”.
  • Se han dejado en cambio unidas formas que pueden interpretarse también como simples: “sarsaiten”, “esarriarén”, aun cuando, en este último caso, la forma moderna sería “ezarri arren”.
  • Se representan sin guión secuencias como : “ero-bacocha” / “ero bacocha”, “esan-daroe” / “esan daroe”, “neuc-baño” / “neuc baño”, “bacar-badaroa” / “bacar badaroa”, etc. También se han eliminado los guiones colocados indicando separación de línea: “ser-eguin” / “ser eguin”
  • Se han mantenido sin separar los casos que representan cambio fonético en la pronunciación de la forma léxica o verbal: “”Icuscatasumbat”, “Aramen” (‘(h)ara (h)emen’), “aimbaga” (‘(h)aren baga’), “ustiot” (‘uste dot’), “estau” (‘ez dago’), “naistot” (na(h)i ez dot’), “ustiosu” (‘uste dozu’), “idoro asquero” (‘idoroaz gero’).
  • También se ha mantenido unida a la forma verbal el elemento de carácter negativo “se”: “sebegui”, “sedeguisula”.
  • Se ha procedido a unir elementos en los siguientes casos:

– Aglutinaciones de los morfemas de la declinación y elementos de palabras compuestas: “garui enerean” / “garvienerean”, “calabriada reonic” / “calabriadareonic”, “maestre sala- sat” / “maestresalasat”.
– El sufijo de la declinación correspondiente al plural próximo: “tapiz hoc” / “tapizhoc”, “pastel hoc” / “pastelhoc”. Bajo escritura polimórfica aparece la forma “guelau” que nosotros la damos siempre unida. También, hemos unido “escritoriau”.
– Los correspondientes a las formas verbales: “dago an” / “dagoan”, “azotadu en” / “azotaduen”.
– Alguna geminación vocálica: “ló,o” / “lóo”.
– En general, formas de tipo: “a la”, / “ala”, “garra garra” / “garragarra”.
– Algunas formas verbales unidas por guión: “edan-godau” / “edango dau”.

  • Algunas formas de interpretación dudosa se han mantenido: “esan daroen aleguez”, notada en dos ocasiones del mismo modo y que en escritura moderna sería “esan daroena leguez”; “isan din” (‘izan dadin’), que no parece que tenga influencia del participio que le precede. También son dudosos los valores del tipo: “meçede orec” y “meçede ori”, que en el manuscrito aparecen unidos, nosotros los hemos transcritos separados.

Puntuación y uso de mayúsculas

Se moderniza el uso de mayúsculas y de los signos de exclamación e interrogación.

Se puntúa con criterios modernos, si bien las distintas estructuras sintácticas o las variaciones introducidas por cada autor no permiten una puntuación idéntica en todos los textos. Esta decisión primera, que dio origen a diversas sugerencias en la propia reunión de CLiP, puede ser reconsiderada en una revisión futura.

Abreviaturas

La cronología de los textos determina que la presencia de abreviaturas sea poco relevante. Se ha procedido al desarrollo, si bien en los casos de que o de recuperación de nasal no se ha marcado la intervención .

En el caso de v.m. se ha preferido mantener la abreviatura, dada la dificultad para conocer su pronunciación, como recientemente ha recordado Sáez Rivera (2006).

<choice resp=»editor»>
<expan>aunque</expan>
<abbr>aunq</abbr>
</choice>

El texto etiquetado con expan será el que aparezca en el texto, también en marrón, y al pasar el cursor por encima se visualizará un espacio con el contenido de la etiqueta <abbr>.

Enmiendas

Se ha obrado también en este aspecto con restricciones. Así, en varios testimonios hay formas  que pueden ser de historicidad dudosa, pero no se ha actuado sobre ellas para evitar la eliminación de una posible variante de interés. Sirve como ejemplo el caso de cerceganillo –cuyo único testimonio en el CORDE es precisamente el texto de Minsheu7 o de echaldme, también en Minsheu, que podría reflejar un resultado híbrido entre la solución común y un trueque de implosivas más vulgar o dialectal.

Sólo se han enmendado formas interpretadas como error evidente, como basquina por basquiña8.

Por las mismas razones se han conservado en euskera formas como “iquileac” en “trapu iquileac”, ya que pudiera tratarse de una forma léxica actualmente en desuso, aunque creemos que se trata de una errata y que la forma debiera ser “icusleac” como aparece más adelante: “trapu icusleac”.

También se han mantenido por no alterar una posible información fonética: “epada”, “guiçaçume”, “besteacaite”, que en euskera actual serían: “ezpada”, “gizakume” y “besteakaiti”.

 Se han marcado por tanto con un sic este tipo de casos en los textos castellanos y en las formas más problemáticas mantenidas en el texto vasco. En la visualización aparecen resaltadas en color verde.

Las enmiendas se han anotado manteniendo tanto la forma original como la corrección propuesta:

<choice resp=”editor”>
<sic></sic>
<corr></corr>
</choice>

El fragmento etiquetado con corr es el que aparece en el texto en color marrón. Al pasar el cursor por encima surge un cuadro informativo con el texto etiquetado con sic.

En los casos tratados como sic  la forma etiquetada aparece en color verde, sin la marca tradicional (sic).

Intervenciones editoriales

La casuística de deterioros o faltas de texto se reduce a los siguientes casos:

<add place=“”></add>

Son los añadidos realizados por el propio Micoleta. Aparecen también en marrón en el texto editado, y al pasar el cursor por encima se hace visible un recuadro con el valor y el atributo de la etiqueta.

<del></del>

Tachados. La visualización de estos fragmentos en un resalte en color marrón acompañado de un cuadro emergente con la naturaleza del fenómeno, en este caso, delete.

Cuando la etiqueta no tiene contenido se visualiza un paréntesis con tres puntos suspensivos y en el cuadro aparece: deleted: “valor del atributo extent”.

<unclear></unclear>

Texto dudoso. Estos fragmentos también se visualizan en marrón y se acompañan de un cuadro con unclear.

<gap></gap>

Cuando aparece esta etiqueta se visualiza un paréntesis con tres puntos suspensivos (…), y al pasar por encima el cursor: valor del atributo extent; reason: valor del atributo reason.

Disposición del texto

Respecto a la disposición, no se reproduce en ningún caso la de los originales, en los que se dan soluciones distintas para la presentación de los textos bilingües: o la doble columna o la edición sucesiva por párrafos. No se citan los folios de los textos.

En la edición digital cada versión es un archivo independiente, lo que permite visualizar en paralelo el texto bilingüe de cada autor con independencia, pero también cualquiera de sus versiones con los restantes testimonios de la serie. La visualización simultánea se ha reducido, en función de la optimización de la lectura, a un máximo de cinco textos.

Las unidades de alineamiento son los sp (speach) y los refranes. Estos han sido el primer elemento considerado en los diversos aspectos de reutilización lingüística que puede tener el corpus.

Los refranes se han anotado por medio de la etiqueta: <seg rend=”italic” id=”sd1” resp=””></seg>.

 


[1] Salvo para la descripción bibliográfica, en la que, en definitiva, siempre hay que tener los ejemplares en las manos.

[2] Isasi (1999).

[3] Lo que convierte la neutralización en una solución “ceceante”, cuando, por e su difusión, habría más posibilidades de que reflejara un “seseo”, es decir, una neutralización de apical y del resultado de las antiguas predorsales en una consonante fricativa, predorsal también si la grafía refleja una confusión andaluza.

[4] Vid Vélez-Sainz (2000)

[5] Sobre este tema, véase Pagola (2002, 205-206).

[6] No coincidimos con la resolución de la edición en CVC en el caso de Adios paredes, que proponemos como A Dios paredes.

[7] Zarzaganillo tiene en cambio tres entradas, Alfonso de Villasandino, Cancionero castellano de París y los Diálogos de Juan de Luna en la edición de Sbarbi.

[8] Si bien en el CORDE hay  8 casos sin nasal, dos de ellos señalados con sic por el editor de la obra correspondiente, Mariano Maroto.