Abreviaturas
• Se han resuelto las abreviaturas marcadas con su signo correspondiente, reflejándolas en letra cursiva.
• En numerosas ocasiones la abreviatura oculta las correspondientes grafias del término abreviado. Por ello, no se puede determinar cuál es la grafia de la sibilante correspondiente o si pudiera haber un posible trueque de sibilantes en casos como “vº” (“vezino, vesino, ve ino”); “justi6” (“justizia, justisia; justi ia”). La solución adoptada ha sido la de asignar la grafia que en el conjunto del documento se ha empleado de forma dominante para el término en cuestión.
• En los contextos en los que se deduce la presencia de nasal se restituye.
• La grafía ñ es la representación de los casos de
• Los llamados nomina sacra se han editado “sco” como “santo” y “ihu xpo” como “Jesucristo”.
• El signo tironiano ha transcrito por e o y dependiendo de la forma de la conjunción más frecuente en el documento en cuestión
Grafías
• La u con valor consonántico ha sido transcrita por v, y la v con valor vocálico por u. En cuanto al valor consonántico la distribución b – v quedará tal y como aparezca en el documento.
• Las grafías i, j e y se han resuelto teniendo en cuenta sobre todo la dificultad de discriminar entre sus valores vocálico y consonántico, y, dentro de estos últimos, entre los que corresponden a las consonantes mediopalatal y prepalatal. Según esto, la grafía i se reserva para el fonema vocálico misa, mjsa > misa, para las secuencias gráficas vocal + y y para el valor consonántico como posible grafía de la mediopalatal /y/: major > maior; majordomo > maiordomo; pero mayordomo > mayordomo Con la grafía j se refleja la consonante prepalatal – moderna velar (p. ej.: conçeio > concejo; meior > mejor; iamas > jamas) . Con la grafía y se representa la semivocal en posición final de palabra (oy > hoy; rey > rey) y el sonido consonántico como posible grafía de la prepalatal o de la mediopalatal (p. ej.: yudgar, yamas, oyos, meyor, ayuntamiento).
• Las consonantes geminadas se conservan. En el caso de –mm- se ha mantenido su transcripción hasta el siglo XV, en que se ha reducido: commo > como.
• La R inicial o interior con valor de r múltiple se resuelve como rr, excepto cuando coincide con mayúscula. En cuanto a la rr inicial se mantiene.
• Se repone la cedilla para la sibilante dental ante a, o, u, en los frecuentes casos en que ésta falta en la escritura gótica cursiva cortesana.
• Se mantiene la alternancia m, n ante p, b.
• En los casos en los que aparece la sigma en lugar de s, z, ç y c se sigue transcribiendo ésta para las grafías z, c o ç, ante la confusión entre apicales y predorsodentales en esta documentación, pero en los contextos de sibilante alveolar se transcribe como s.
Aspectos formales
• Se ha marcado la división de folios, pero no la división de líneas.
• Los fragmentos que no pueden descifrarse se indican como ilegibles a través de la marcación. Los fragmentos o pasajes de lectura difícil de los que se ofrece una reconstrucción se visualizan con la marca unclear. Las lecturas extrañas, pero que reflejan exactamente lo que recoge el texto se señalan con (sic), visualizado mediante la coloración en verde de la forma correspondiente. Otros datos, como interlineados, borrados etc. se muestran según el código general de visualización.
• Las anotaciones marginales de mano posterior y no coincidentes cronológicamente se han suprimido.
Puntuación
Se ha optado por un criterio modernizador.
Mayúsculas y minúsculas
Se ha tratado con un criterio modernizador. La toponomástica se transcibe con inicial en mayúscula. Los títulos en aposición, nombres de instituciones, autoridades y cargos públicos van en minúscula, mientras que los nomina sacra van en mayúscula.
Acentuación
No se ha intervenido al respecto.
Unión y separación de palabras
En la unión y separación de palabras se siguen las normas actuales. Únicamente se han tenido en cuenta las fusiones por fonética sintáctica, que anulan los márgenes de la palabra y que se han resuelto de la siguiente manera: las fusiones gramaticales se transcriben en un tramo y sin marca alguna, como en desque, antel, desta, della y en contactos vocálicos y consonánticos entre palabras, la omisión de una grafía se señala con un apóstrofo.